Dar la bienvenida a niños y adolescentes con cáncer y enfermedades hematológicas crónicas y sus familias, antes, durante y después del tratamiento, buscando una cura, contribuyendo a la recuperación de la ciudadanía, la dignidad y la calidad de vida.
Ser un referente en la excelencia de la recepción y en las prácticas para promover el diagnóstico precoz.